jueves, 19 de junio de 2014

Sobre los cupcakes


Hace tiempo, algunas personas me pidieron mi opinión sobre los cupcakes. Cuando se las di algunos quedaron inconformes, otros me tocharon de mamón, algunos más no pararon de reír, por eso es que me decidí a transcribirla y es esta:

En mi infancia se llamaban mamones, bombones o mantecadas, no tenían tocino ni pimientos o madres así. Costaban entre 80 centavos las sencillas y 1 peso con 50 centavos las de chocolate. Estaban deliciosas. Siempre me gustaron  aunque no eran mi pan favorito, pero valían la pena. Ahora, yo considero que están sobrevaloradas. Es por esto que disculpe querido lector si es que no me emociona la "fabulosa" oferta de: Un Mexican cupcake with chocolate, chili and bacon más café americano por tan solo 70 pesos. 

Está Entrada está dedicada a Minaya Ixora, Ella no me hizo la pregunta. Pero creo que si se rió con la respuesta. 

jueves, 8 de mayo de 2014

En defensa de los libros de autoayuda



Primero querido lector, quiero asegurarle qué yo no estoy a favor de los libros de autoayuda,  tampoco estoy en contra. Los argumentos que daré ahora son únicamente para exponer mi punto de vista sobre la lectura silenciosa, reflexiva y necesaria.

Algunos de nosotros nos hace bien estar solos, hablar con uno mismo, conocernos, entendernos, aceptarnos, apreciarnos, admirarnos, sucede entonces que debemos reconocernos. Leer sobre situaciones ajenas, respuestas fáciles a problemas complicados, (Receta de cualquier libro de autoayuda)

Seamos sinceros, generalmente los problemas en la vida son fáciles de resolver.

Leerlo da esperanza a las personas, algunos consideran que son lecturas patito o subliteratura.
Pero leer algo ya es bueno, lo mismo pienso yo de cualquier best-seller adolescente, pero  eso también es literatura el libro uno de HP es un asco, pero también es literatura.
Algunas veces al leer puedes llegar a nivel de concentración y entendimiento que trasciende la lectura y entra en la reflexión. No digo que los libros de autoayuda tengan las respuestas  pero dan Esperanza, recuperan la fe, las historias rosas, nos hacen recordad que aún hay personas buenas en el mundo, que merecen nuestro respeto y admiración, que nos recuerdan a los héroes verdaderos que no recuerdan que hay un beneficio en hacer las cosas bien.

Ahora bien, lo que no soporto son aquellos libros que nos quieren convencer que son un estudio sociológico una cultura milenaria, dónde el escritor se pone un seudónimo o un seudo-título con el fin de convencer a la audiencia de la sapiencia de el mismo. Esos donde te mencionan que los druidas (o cualquiero otra civilización antigua)  tenían preceptos y conceptos aplicables a la vida diaria y qué por eso eran sabios e interesantes.

Esos son los que odio


Pero hay un problema con mi odio, tengo que admitir que leerlos también es lectura.

miércoles, 2 de abril de 2014

Plan dental

—Lisa necesita frenos. 

Sin quierer parecer quejoso, les confieso que sufro con la imagen de ir al dentista. En lo que esperaba que fuese última visita al mismo, me comento que necesito dos extracciones de las muelas del juicio superiores, debido a que ya tuve cirugía en las dos inferiores, y ahora puede generar problemas, el consejo que quiero darte el día de hoy es: Cuida tus dientes, el segundo consejo que tengo para ti es: Evoluciona para no tengas muelas del juicio. 

Costumbre

Salió del turno nocturno, las calles estaban vacías, sólo estaba el viejo fantasma que lo atormentaba. Lo miró de reojo, lo saludo duramente. Se costumbró a su compañía, tanto que se empezó a sentir sólo de nuevo. 

miércoles, 24 de abril de 2013

De vino, de poesía o de virtud.

Embriagaos
Hay que estar siempre ebrio. Esto es lo único.
Para no sentir el horrible fardo del tiempo que rompe vuestros hombros
y os inclina hacia la tierra, hay que emborracharse sin tregua.
¿De qué? de vino, de poesía o de virtud como gustéis. Pero embriagaos.
Y si alguna vez, en la escalera de un palacio, o en el borde de un foso, o en la soledad melancólica de vuestro cuarto despertáis ya disminuida o desparecida la embriaguez,
pedidle al viento, a la ola, a la estrella, al pájaro, al reloj, a todo lo que huye, a todo lo que canta, a todo lo que habla, preguntadle qué hora es.
Y el viento, la ola, la estrella, el pájaro, el reloj os contestarán: "Es hora de embriagarse.
Para no ser los esclavos martirizados por el tiempo,
embriagaos constantemente. De vino, de poesía o de virtud como gustéis."

Charles Baudelaire

martes, 5 de marzo de 2013

Cuento

“Un rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo. El Roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino. Volviéndose al Pino, lo halló caído porque no podía dar uvas como la Vid. Y la Vid se moría porque no podía florecer como la Rosa. La Rosa lloraba por no ser fuerte y sólida como el Roble. Entonces encontró una planta, un Clavel florecido, más fresco que nunca. El rey le preguntó: -¿Cómo es que creces tan saludable en medio de este jardín mustio y sombrío? La flor contestó: -Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste querías Claveles. Si hubieras querido un Roble, lo habrías plantado. En aquel momento me dije: Intentaré ser Clavel de la mejor manera que pueda y heme aquí el más hermoso y bello clavel de tu jardín.”

Cuento atribuido a San Francisco de Asís

lunes, 11 de febrero de 2013

"¿Qué pasaría...? "de Mario Benedetti

¿Qué pasaría...?

¿Qué pasaría si un día
despertamos dándonos
cuenta de que somos mayoría?

¿Qué pasaría si de pronto
una injusticia, sólo una,
es repudiada por todos,
todos los que somos, todos,
no unos, no algunos, sino todos?

¿Qué pasaría si en vez de
seguir divididos nos
multiplicamos, nos sumamos
y restamos al enemigo que
interrumpe nuestro paso?

¿Qué pasaría si nos
organizáramos y al mismo
tiempo enfrentáramos
sin armas, en silencio,
en multitudes, en millones de
miradas la cara de los
opresores, sin vivas,
sin aplausos, sin sonrisas,
sin palmadas en los hombros,
sin cánticos partidistas,
sin cánticos?

¿Qué pasaría si yo pidiese
por ti que estás tan lejos,
y tú por mí que estoy tan lejos, y ambos por
los otros que están muy
lejos y los otros por
nosotros aunque estemos lejos?

¿Qué pasaría si el grito
de un continente fuese
el grito de todos los continentes?

¿Qué pasaría si pusiésemos
el cuerpo en vez de lamentarnos?

¿Qué pasaría si rompemos
las fronteras y avanzamos
y avanzamos y avanzamos
y avanzamos?

¿Qué pasaría si quemamos
todas las banderas para
tener sólo una, la nuestra,
la de todos, o mejor
ninguna porque no
la necesitamos?

¿Qué pasaría si de pronto
dejamos de ser patriotas para
ser humanos?

No sé... me pregunto yo:

¿Qué pasaría...?

Mario Benedetti